Breve y conciso: existe una conexión entre tú intestino y tú cerebro. Esto lo que quiere decir es que:

1. Tu cuerpo es dinámico (no permanece siempre de una manera, no es estático en su estado)

2. El cuerpo se integra (unos órganos con otros, así como lo físico con lo emocional)

3. Tú bienestar intestinal genera bienestar mental/emocional, y viceversa

Nuestra flora intestinal depende en una gran medida de nuestros hábitos de vida: la alimentación

que llevamos, que tanto nos movemos, medicamentos y antibióticos que hayamos tomado y

muchas otras cosas. En la medida en que las bacterias benéficas que viven en nuestro intestino se

ven sometidas de manera negativa por los estilos de vida, se inicia un proceso de alteración del

equilibrio. Empieza a haber un aumento de la permeabilidad intestinal, lo que en términos médicos

se llamamos disbiosis intestinal. Lo que pasa es que la barrera de protección se interrumpe, las

bacterias benéficas son reemplazadas por otras patógenas y las toxinas que antes tu cuerpo

identificaba y no dejaba pasar, se empiezan a colar y se van a donde quieran, en este caso, a tu

cerebro. De esta manera se genera toxicidad e inflamación. Además, se inicia un proceso de

malabsorción, pues es nuestra flora bacteriana la encargada de ayudar en la absorción y síntesis de

nutrientes, vitaminas y minerales. Todo esto confluye y repercute no sólo en tu comportamiento, si

no en la posibilidad de causar o de exacerbar algunas patologías como el autismo, disfunción

cognitiva y la depresión entre muchas otras.

Así mismo, pero al contrario, el estrés (o alguna emoción en particular) parece que causa

remodelación o alteración de la flora bacteriana. Por eso el término “eje”: el cerebro y el intestino

se retroalimentan y están en comunicación constante.

Los que les interese indagar o profundizar este concepto un poco más, escribo acá algunas vías de

comunicación entre el intestino y el cerebro:

1. Sistema inmune: por medio de los linfocitos y liberación de sustancias que viajan por todo tu

cuerpo

2. Sistema nervioso: Tus nervios en su parte terminal se activan por sustancias secretadas en tu

intestino

3. Neurotransmisores producidos por tus bacterias

4. Por alteración de tu flora se liberan corticoesteroides, se activan otros ejes como el eje

hipotálamo-pituitaria- adrenal

6. Activación neuronal de tu cerebro hacia tu cuerpo. Se activa tú sistema simpático y hay

liberación de neurotransmisores que repercuten en tu sistema digestivo

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